Historia


¿De dónde viene el Encuentro Nacional Comunitario de Teatro Joven?


El Encuentro surgió en 1996 gracias al Sistema de Capacitación y Asesoría a Grupos Juveniles de Teatro donde  a partir de la labor de cinco colectivos (Jocrar, El Puente, El Peldaño, Nuestra Gente de la Rosa y Santa Cruz) se derribaron las fronteras existentes entre los barrios de la Zona Nororiental de Medellín con la presentación de cinco obras que reflejaron todo el trabajo, la pasión y el esfuerzo que los jóvenes le imprimieron a este proyecto.

Ni la risa nerviosa, ni el sudor y el miedo pudieron acabar con el objetivo que  perseguían: demostrarle a sus familias y amigos que las horas, días y meses de ensayos no habían sido en vano y que dejarse atrapar por la magia del teatro no era ninguna locura como se pensaba en un contexto marcado por la violencia y la inequidad.

Por el contrario, el arte se convirtió en la salvación, en un puente que los conectó con otros sueños permitiéndoles compartir y construir con otros. Estas experiencias y aprendizajes tomaron más valor que la misma ejecución de las obras y reafirmaron la intensión de la Corporación Cultural Nuestra Gente: formar artistas para la vida, no para las tablas. Fue así como las puestas en escena se convirtieron en retos que cada uno asumió y en miedos que cedieron ante un poco de rebeldía y terquedad.

“Como persona siento que me valoran más ahora que pase la prueba, después de ver llorando a la cucha, (Mamá ) y darme besos y abrazos y cuando vino mi hermanita y me abrazó y me dijo: Huy hermanito, usted es todo un actor”.(Cometario expresado por uno de los jóvenes después de presentar la obra)

Mientras que la ciudad acababa de pasar por el episodio más violento en toda su historia y las vidas de algunos jóvenes reflejaban el deterioro generado por el oscuro negocio del narcotráfico donde la vida y dignidad perdieron el valor en aras del dinero y el poder, surgían en la ciudad otras alternativas diferentes que atraían por medio del arte y el teatro a niños, niñas y jóvenes que soñaron y construyeron otras realidades.

En 1996 la Corporación Cultural Nuestra Gente se trazó una estrategia de diálogo con jóvenes de la ciudad, el país y América Latina para visibilizar el poder del arte como  transformador de la realidad social en las comunidades. De ese diálogo surgió el Encuentro Nacional Comunitario de Teatro que buscaba, además de derribar las fronteras existentes entre los barrios,  cambiar la mirada negativa sobre los jóvenes de Medellín, en especial de la Zona Nororiental.

El primer Encuentro se convirtió en un hito que derrumbó  las fronteras existentes entre los barrios, fronteras trazadas por grupos delincuenciales que se disputaban el control de los territorios.


¿Cómo lograron derribar las fronteras?

Cada grupo presentó su montaje en el barrio de origen y allí sus amigos, familiares y vecinos con sus cometarios y reacciones demostraron que a los jóvenes se les reconocía y valoraba como seres creadores de amistad y alegría gracias a su trabajo artístico. Después de esto fue necesario proyectar el trabajo de cada colectivo atravesando las fronteras, es decir, el grupo de Villa de Guadalupe fue a Santa Cruz;  el de Santa Cruz a Andalucía y a su vez  este a Lovaina. De esta manera los jóvenes lograron pasearse con el teatro comunitario por todos los barrios donde antes era prohibido pasar.

Este circuito por la comuna dio pie para realizar el Encuentro, una muestra de teatro en la que participaron otros grupos de Medellín, entre ellos, dos grupos profesionales de la ciudad: “La Casa del Teatro” y “Manicomio de Muñecos”.


Allí, en el marco del evento, se invitó al Teatro La Candelaria aprovechando que se encontraban de visita en Medellín y así el maestro Santiago García y varios actores del grupo compartieron sus experiencias. En este entonces, Santiago García  les dio un consejo a los jóvenes que se convertiría en su impulso y  objetivo a perseguir y así las palabras que expresó quedaron condensadas en las memorias de la Corporación“Es muy importante tener una sede y si funciona la sede, funciona el grupo y lo más importante: funciona el público. Ahí se crean las tres patas del trípode que ya es muy difícil de que lo tumben. Ellos son la sede, los actores y el público”.

El primer Encuentro se realizó durante siete días y a este también asistieron Orlando Cajamarca, director del Teatro Esquina Latina de Cali y Enrique Espitia de la Fundación Teatral Kerigma de Santa fe de Bogotá que compartieron sus experiencias de vida grupal con  los jóvenes y fueron testigos del surgimiento de un Encuentro que tomó dimensiones y reconocimientos no solo a nivel  nacional sino también internacional.
A partir de ese momento se creó un espacio para proyectar todos los saberes acumulados, toda la bondad y la esperanza que habitaba en los jóvenes  para que todas estas expresiones de vida fueran vividas y observadas.


¿Qué significa este Encuentro para la gente de la Comuna Dos?

El Encuentro se convirtió en una gran fiesta que esperan cada año los habitantes de Santa Cruz.
Hombres y mujeres,  adultos mayores,  niños y jóvenes salen con tapas de ollas a los balcones y sumergidos en un ambiente colorido y festivo tiran serpentinas y papeles picados que reciben a los zanqueros, actores y bailarines quienes hacen un recorrido de un kilometro por toda la comuna en la Comparsa Inaugural de los Encuentros.

El arte se sale de las cuatro paredes y pierde ese concepto del museo tradicional  donde las piezas artísticas esperan empolvadas a que alguien entre y pague por verlas.

El teatro sale del escenario y se toma las calles, la cuadra, la tienda de esquina y a su vez la danza sale de los auditorios utilizando el pavimento y el cielo como principal ambientación.

Partiendo de la idea de que el arte y la alegría están en el interior de la gente y no afuera lo que se busca es despertar esa felicidad y creatividad para expresarse y compartir en el espacio público. Cada persona aporta su autenticidad a una fiesta construida por todos y para todos.


¿Cuáles obras se presentaron en el primer Encuentro?


TEATRO Y VIDA.  Andalucía y La Francia
En la exploración de los grupos de los barrios nos encontramos con un grupo que practicaba las Danzas folclóricas, era el caso del grupo JOCRAR, (Jóvenes Creadores de Arte) a ellos se les propuso, que  diversificaran un poco su proceso y aceptaron gustosamente.
Allí Alba Irene Gil Arias (Actriz de Nuestra Gente y Maestra en Arte Dramático, de la Universidad de Antioquía; actualmente sigue dirigiendo al grupo JOCRAR, quienes han realizado otro montajes y preparan un tercero).
Obra: “La fábula de Hortensia”.
Dirección:Alba Irene Gil Arias.


Argumento:

Ramón, niño de la calle, de profesión lustrabotas o embolador, un ser marginal, se encuentra con una hermosa flor llamada Hortensia quien vive en el campo, este encuentro se gesta a partir del hambre del  niño y el interés que desata en Hortensia los relatos de Ramón esto hace que ella quiera conocer la ciudad, esa ciudad deshumanizada, habitada por la zozobra, por el ultraje, por la muerte, Hortensia de la mano de Ramón conoce todo lo que en una ciudad existe y persiste por el bajo mundo, y ella misma conocerá ese día la muerte de Ramón, quien es asesinado en una calle cualquiera sin saber por qué le cortaron sus alas de esperanza.

La obra de José Manuel es una visión crítica donde el humor negro hace un trazo por temas como la vida en la calle, en el circo, en la educación, en una comunidad que se ha olvidado de sus niños, de su futuro.
Y el grupo JOCRAR integrado por veinte muchachos reconstruyó su visión de la obra del dramaturgo antioqueño donde al final la muerte los pone en jaque. ¿Pero será jaque mate?

El Teatro con su intensidad nos permite jugárnosla toda por la vida, es así como estamos “construyendo artistas para la vida”, la juventud opuesta a como nos ve la otra ciudad, esa ciudad que nos cree violentos e insensibles, esa ciudad que ve en nuestros jóvenes sólo al sicario al que le pagan para matar; nos oponemos a esa visión (sin bases), con una apuesta al sí futuro, con una sonrisa a flor de piel, con sabor y olor de juventud que espera la hora de la función para vencer la sinrazón.

SANTA CRUZ Y LA ROSA.
Donde las bandas más temibles de Medellín se entronizaban era necesario abrir el espacio para creer y hacer crear a muchos jóvenes en torno a la vida y al teatro, hallar la esperanza, hacer que nuestros jóvenes sean modelos de una cultura de vida, esa era la misión y el deseo de todos.

Obra:Una historia en la granja y Pedro.

Autora y Directora: Nidia Bejarano. (Cofundadora de la Corporación Cultural Nuestra Gente. Maestra en Arte Dramático Universidad de Antioquia).
Esta historia trata de plasmar todos los problemas existentes en una comunidad, la desunión, la intolerancia, la segregación, el egoísmo, el terror, la violencia, con todo ese caldo de cultivo que existía en nuestro barrio, Nidia comienza su acercamiento a la pieza, mientras va realizando los ensayos con los muchachos, ella les pregunta sobre lo que ellos piensan, como viven en su casa, en su barrio, en su colegio, en cada lugar donde se mueven, cómo es su comportamiento, el grupo de 22 muchachos acepta la manera como Nidia enfrenta el proyecto, y a partir de preguntar y contestar, de improvisar y jugar, ellos van dando los materiales para construir la obra, utilizando el recurso de la fábula, Nidia teje las historias que todos los muchachos van soltando en los ensayos.

Este grupo es bien heterogéneo, al contrario de los otros procesos éste cuenta en su interior con 5 niños menores de 10 años,( no podíamos cortarle las alas a estos pequeños que se entusiasmaron con la idea )  una dificultad que se le suma a las anteriores, sin embargo este proceso es fiel a su presupuesto: “desde el teatro proponer la alternativa del riesgo para lograr objetivos.”

“Mujeres entre ángeles y demonios”
Con este grupo de 12 jóvenes realizamos la puesta en escena de varios trabajos denominados, Los Juegos del Circo y del Teatro, el primero de ellos se llamó Circo Teatro. El segundo “Mujeres Entre Ángeles y Demonios”.

En ellos se tejían varias historias que surgían de la creación colectiva.

Obra: “Mujeres entre Ángeles y Demonios”
Creación Colectiva
Dirección:Jorge Blandón. (Maestro en arte dramático, egresado de la Escuela de Teatro de la Universidad de Antioquia- Directory cofundador de Nuestra Gente)


Argumento:
La alegría debe ser transportada en una maleta al país de la tristeza, pero en el camino es robada. ¿Quiénes  se apuntan a recuperar la alegría?  Todos los  presentes serán los responsables de que se recupere con el juego de la pelota gigante, donada por el duende de colores, ¿lo lograremos?

UN ACTO PARA LA UNIDAD
Villa de Guadalupe. (La Salle)
Lugar: Teatro debajo del puente, antiguo basurero del barrio por donde pasa una de las quebradas de aguas negras de la comuna, allí la Consejería Presidencial para Medellín construyó un teatro al aire libre, producto de la concertación entre comunidad y estado; de un problema surge una solución.
En el sector varios grupos eran acompañados por la Consejería (Centro de Integración Comunitaria) deciden que ese espacio del puente sea un recinto cultural, nosotros conocíamos parte de ese proceso como a algunos de sus líderes y acompañantes, con esa motivación nos atrevimos a proponer que  creáramos un núcleo del “Siscap”* y ellos complacidos aceptan esta iniciativa.

Nuestra Gente le propone a Fernando Aristizábal(Actor de nuestro grupo y estudiante de la carrera de Teatro de  la Universidadde Antioquía) que sea él quien acompañe este proceso creativo, iniciando actividades en el mes de mayo de 1996, en este proceso de seis meses ellos llevan a escena:


Obra: “LA NOCHE DE LOS ALCARAVANES” Basada en un cuento de Gabriel García Márquez.
Adaptación y Dirección: Fernando Aristizábal.


Argumento:
“Es la historia de unos hombres a quienes los alcaravanes les sacaron los ojos, éstos los han obligado a andar sin rumbo, sin ilusiones. Un día deciden marcharse y romper con todo lo que los une a ese pasado y con ese presente incierto de persecución  por parte de los alcaravanes, pero en esa estación del tren se encuentran con un viejo que les dice la forma como se pueden combatir los alcaravanes y unidos a este y otros viajeros, terminan con estos seres, devolviendo así la paz al pueblo.
Esos alcaravanes son todo aquello que nos impide vivir, es la tristeza, el dolor, el desamor y sólo la unión y el deseo de vivir puede romper con esto.”

UN TEATRO QUE NO SEGREGA
Lovaina. (Antigua Zona de Tolerancia de Medellín, aún hoy quedan vestigios del ayer)
Allí la corporación había acompañado un grupo de jóvenes de 1988 a 1990 y de 1991 a 1995. (Corporación Primavera - Institución que  atiende a muchachas que ejercen la prostitución, nuestro trabajo era con los hijos de ellas, aunque también asistían al proyecto niños y niñas habitantes del sector que no tenían esas dificultades, nos parecía muy importante la inserción y socialización que desde el arte y la cultura podríamos lograr). Estos chicos bastante inquietos por el hacer cultural recibían capacitación en teatro, danza y narración oral, nuestro trabajo voluntario se vio en la penosa necesidad de desertar por dificultades económicas, sin embargo siempre existió el contacto con estos niños y niñas de Lovaina que vimos como pasaban de la infancia a su juventud. Este trabajo fue acompañado en su primera etapa por Jorge Blandón y Fernando Velázquez en la etapa posterior.

El “Siscap”* debía tener allí un núcleo de trabajo fue así que en ese proceso Fernando Velázquez (Miembro Cofundador de la Corporación Cultural Nuestra Gente y en la actualidad hace parte del grupo de Títeres La Polilla) se comprometió y con ellos y realizó una obra basada en historias del sector.
Obra:“Impresiones para destruir un miedo” 


Argumento:
Any, Sara, Alicia atrapadas en una vieja casa, expuestas al horror cotidiano, haciéndose víctimas y victimarias, desdibujando el futuro y rompiendo entre sí la esperanza.
Han matado... Han “muerto”... Están exorcizando su propio horror, pero deben hacer un inmenso esfuerzo para destruir el miedo que les obstaculiza “vivir”.

12 jóvenes participaron de este proceso. Que se adelantó desde marzo hasta octubre de 1996.
El arte hace posible que todos nos veamos como iguales, al fin y al cabo son personajes que podemos representar y hacer que el mendigo y el señor, la dama y la prostituta, el anciano y el niño, sean mirados como queremos y dejar un planteamiento que nos permita hacer posible el Teatro como una experiencia colectiva, donde todos debemos participar como una unidad, en busca de un objetivo común y en una real comunidad.




LA COMUNA VIVE EL CENTRO

Pasó este encuentro y pensamos, esto no se puede quedar en la comuna, debemos ir al centro y hacer “LA COMUNA VIVE EL CENTRO”, una pequeña muestra donde aspirábamos que los muchachos se presentaran en un teatro “grande”, un escenario da la ciudad, el Teatro Porfirio Barba Jacob, nos dieron la oportunidad y allí se realizó el acto de “graduación” de esta primera experiencia de Artistas para La Vida.
Pretendíamos además con este evento que muy buena parte de la gente que había escuchado sobre el encuentro pudiera acompañarnos en el centro de la ciudad, era importante comunicarle a la ciudad que 88 jóvenes de la comuna estaban involucrados en un proceso artístico distinto a los actos de violencia y barbarie por la que la gente nos tiene en la mira de la estigmatización, necesitamos que nos reconozcan como esperanza y luz para la ciudad. De igual forma nos parecía vital poder conversar en un tono creativo, en un espacio encantado por la luz y la emoción, abrir un espacio para el diálogo donde los  medios de comunicación de la ciudad nos miraran como lo que somos jóvenes amantes de la vida y el teatro. Hombres y mujeres empeñados en construir un futuro más próximo a todos, buscando que nuestras palabras se expresen en un contexto de ciudad.

Todos los asistentes a esta muestra salían con un entusiasmo que no había lugar en el pecho para tantas emociones juntas, nos interrogaban sobre todo lo que habíamos hecho. “Un acto de vida queda en mi recuerdo” una de estas expresiones quedo registrada para hacer inventario de que en la ciudad esta pasando algo que no conocíamos y nos puede ayudar a cambiar.

Pero este furor por el arte, por la búsqueda de su inclusión como proceso fundamental en la formación de las nuevas generaciones no se puede quedar ahí. Tenemos que continuar trabajando, haciendo actividades, encuentros, foros donde se complemente y se contribuya al crecimiento y se contribuya al crecimiento y fortalecimiento de los procesos que apenas nacen.
En esto hemos creído nosotros y para eso nos hemos capacitado, porque somos conscientes del peso que significan los sueños de una comunidad comúnmente olvidada, porque la risa del niño lo vale todo.  Con esto queda demostrado que desde la cultura podemos discutir alternativas de paz.

Nuestra Gente en ese deseo de acompañar los jóvenes en estos procesos creativos considera que es de suma importancia reconocer en la juventud un momento propicio para ayudar a construir al hombre del futuro país. Pero para alcanzar estos logros es necesario que exista en las instituciones gubernamentales unos planes y programas que incentiven las prácticas artísticas comunitarias, que hayan además unos adecuados presupuestos de inversión en la niñez y la juventud, pensando, que si hoy destinamos unos adecuados recursos para esta franja de la población tendremos garantizado en un futuro no muy lejano a los hombres que dirigirán los destinos de nuestro país.



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