CULTURA POLÍTICA DE LA SERIEDAD Y CULTURA POLÍTICA E
LA RISA
(Fragmento)
Por: Gonzalo Soto Posada (1947-)
(…)
Digámoslo de otro modo: frente a la cultura de la
seriedad: Unilateral, universal, prototípica,
ejemplar, necesaria, unidimensional, totalizante
para todo los aquí y ahora, impoluta, esencial,
pura, privilegio en tanto propiedad privada de
algunos iluminados que desde sus torres de marfil
pontifican sobre el quehacer humano… proponemos una
cultura de la risa: plurilateral, particular,
pluridimensional, abierta, plurisemántica, que se
sabe no acabada y carente, no prototípica ni
ejemplar, existencia, contaminada por el juego de la
vida, variable como la vida misma, con continuidades
y discontinuidades, rupturas, suficiencias y e
insuficiencias, sonrisas, juegos de lenguaje,
contestaciones, sin pretensiones de ser única y
absoluta. En esta cultura de la risa hay una visión
del mundo, del hombre, de Dios, de sus mutas
relaciones. En ella la vida juega e interpreta. Pero
su lógica “al revés” de la lógica de la cultura de
la seridad. Esta, la seriedad, consagra la
estabilidad, la inmutabilidad, la perennidad, la
eternidad. Supone, por encima de las diferencias,
una homogeneidad o identidad esencial: a pesar de
las oposiciones de carácter, de civilización, etc.,
“los hombres son idénticos en todas partes”, “no
cambian”; las diferencias como los “accidentes” de
la “sustancia aristotélica, no hacen sino dar
relieve a la identidad, lo mismo que las excepciones
confirman la regla. La risa instaura todo lo
contrario. Ella, con categorías medievales, ancla su
puerto y navega por las aguas de la “rueda de la
fortuna” que, como la luna, siempre crece y decrece.
O, citando el Cancionero de Antioquia, ella canta:
Ninguno cante victoria
Manque en el estribo esté,
Que muchos en el estribo
Se suelen quedar a pie.
(…)
Revista Universidad Pontificia Bolivariana.
Medellín. Volumen Nro 38. Nro 130. 1988. Págs. 118-
119.
ESPECTÁCULO
Por: Jacques Prévert (1900-1977)
Hay gente que danza
Sin entrar en trance
Y hay otra que entra
En trance sin danzar.
Este fenómeno se llama
La trascendencia
Y en nuestras regiones
Es muy apreciado.
Traducción: GRACIELA ISNARDI
ESPÉCTACULO. Buenos Aires. SCHAPIRE EDITOR. 1976.
Pág. 44.
AFORISMOS
Por: Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)
Las excusas que uno se da a sí mismo cuando quiere
emprender algo constituyen un excelente material
para monólogos, pues raras veces se las da no
estando solo, y muy a menudo en voz alta.
*
No existir significa entre los naturalistas, al
menos entre los de cierta clase, lo mismo que no ser
sentido.
*
A un hombre le dijeron que el alma era un punto, y
él replicó que por qué no un punto y coma, ya que
así tendría cola.
*
No le apetecía nada pero comía de todo.
*
Necesitaba algo para jugar; y si yo no le hubiera
dejado criar pájaros, habría mantenido amantes.
*
Sus enaguas eran rojas y azules, con rayas muy
anchas, y parecían hechas con el telón de algún
teatro. Mucho habría yo pagado por una butaca de
primera fila, pero no había función.
*
Encontrar un pensamiento que haga morir de risa a
todo aquel que lo oiga.
*
Una tumba es siempre el mejor baluarte contra las
tempestades del destino.
*
El mundo aún no ha de ser muy viejo, pues los
hombres todavía no saben volar.
*
Gregorio Leti, que escribió muchísimos libros, fue
llamado Leti cacalibri.
*
Si de pronto los hombres se volvieran virtuosos,
muchos miles se morirían de hambre.
*
Hay gente que cree que todo cuanto se hace poniendo
cara seria es razonable.
*
Lo que ellos llaman corazón está muy por debajo del
cuarto botón del chaleco.
*
El hombre puede adquirir habilidades y convertirse
en animal cuando quiere. Dios hace a los animales,
el hombre se hace a sí mismo.
Traducción, introducción y notas JUAN DEL SOLAR
Aforismos. Buenos Aires. Editorial Suramericana.
1992. Págs. 24, 30, 36, 41, 54, 56, 98, 108, 112,
127, 130, 151, 155.
LA GAYA CIENCIA
Por: Friedrich Nietzsche (1844-1900)
Para el “sistema de educación”.
- En Alemania, los
hombres superiores carecen de un gran medio de
educación: la risa de los hombres superiores. Estos
en Alemania no ríen.
Para morirse de risa
.- ¡Mirad! ¡Mirad! El huye de
los hombres, pero éstos le siguen porque corre
delante de ellos. ¡Hasta tal punto se sienten
rebaño!
Risa.
- La risa es un ser malicioso, pero de
conciencia tranquila.
Tomar en serio.
- La inteligencia es en casi todos
los hombres una máquina pesada, complicada y
rechinante, que cuesta trabajo poner en movimiento.
Llaman tomar las cosas en serio a trabajar y pensar
sensatamente con ayuda de dicha máquina. ¡Cuán
penoso debe ser para los que se encuentran en este
caso pensar sensatamente! La graciosa bestia humana
parece que pierde el buen humor cuando se pone a
pensar; se pone seria, y donde quiera que hay risa y
alegría el pensamiento no vale nada. Tal es el
prejuicio de esta bestia formal contra toda gaya
ciencia. Pues bien; ¡enseñémosle que es una
preocupación!
Traducción: PEDRO GONZÁLEZ BLANCO
La gaya ciencia. Madrid. SARPE. 1984. Págs. 54, 122,
124, 155.
TENDERENDA EL FANTÁSTI
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